Montaje de la ensalada
Para la ensalada propiamente dicha, siempre puedes mezclar las verduras y las hojas verdes según tu gusto, pero en mi experiencia personal, la col rizada funciona mejor.
Todo lo que necesitas es:
1 libra de col rizada, picada en trozos grandes
1 manzana Granny Smith cortada en cubos
2/3 taza de pistachos tostados
3 onzas de queso manchego, finamente rallado
½ taza de quinua
½ taza de aceite de canola
Sal kosher
Pimienta negra molida
¼ taza de jugo de limón
Dos cucharadas de miel
Una cucharadita de mostaza de Dijon
Una cucharadita de aceite de oliva
Primero, prepara la quinoa hirviendo dos tazas de agua y agregándolas al agua. Cocina el grano hasta que esté suave, lo que suele tardar unos 12 minutos. Una vez hecho esto, escurre la quinoa y colócala en una bandeja para hornear, dejándola secar.
Añade aceite de canola a una sartén y añade la quinua al aceite caliente, revolviéndola hasta que esté dorada y crujiente. Retira la quinua de la sartén después de 2 o 3 minutos y déjala a un lado.
En un recipiente aparte, agrega la miel, la mostaza y el jugo de limón, agregando lentamente el aceite de oliva poco a poco. Agrega la sal y la pimienta mientras se va formando un aderezo cremoso.
Por último, para armar la ensalada, agrega la col rizada, la manzana y rocía el aliño por encima. Masajea las hojas con el aliño para que absorban por completo el sabor. Luego, cubre la ensalada con arándanos encurtidos, pistachos, queso y quinoa.
¡Y listo! Tu mesa navideña está lista para ser devorada.